Funcionará en el Ministerio de Relaciones Exteriores un Tribunal
de Honor que tendrá por función principal asesorar al Poder Ejecutivo y
al Ministro en cuestiones de honor, moral y disciplina referentes al
Servicio y emitir dictámenes acerca de la conducta de los funcionarios diplomáticos cuando la misma pueda afectar su honor o buen nombre, el prestigio del país y de la representación que invisten, el decoro o el prestigio del Servicio Exterior.
CAPITULO II