Se considera que existe fraude, referido a un dispositivo
terapéutico, cuando se dan alguna de las siguientes circunstancias:
a) que carezca de las propiedades que lo caracterizan como tal;
b) que sea presentado como producto de un determinado establecimiento
cuando no lo es;
c) que haya sido importado, fabricado o comercializado bajo un nombre
dado, cuando en realidad se trata de otro dispositivo;
d) que en la etiqueta o declaración jurada adjunta al dispositivo
terapéutico, figure como nombre del fabricante o productor uno ficticio o
inexistente;
e) que en la etiqueta, prospectos o folletos consten propiedades sin
fundamento o que estas sean exageradas respecto a las reales;
f) que se modifique la fecha de vencimiento de la esterilización con
respecto a la original.