Serán los que a continuación se detallan:
a) Mantener al público informado en forma objetiva, dentro de los
límites compatibles con la seguridad y el orden, lo que hará posible
establecer una doble corriente de significativa armonía con los
diversos sectores y niveles de la opinión pública; ello a la vez
proveerá bases de apreciación propias facilitando la formación de
opinión, para de esa manera captar la comprensión y confianza de
aquel;
b) Fomentar actitudes favorables por parte de los diferentes públicos
hacia la acción del Estado, haciendo que los mismos se sientan
integrados al quehacer nacional, tengan participación activa en el
proceso de desarrollo, y se sientan motivados para futuras
realizaciones;
c) Consolidar un verdadero y profundo sentimiento de unidad nacional,
del cual todos se sientan partícipes, impulsor de un generoso
esfuerzo en procura del objetivo fundamental de la Nación: el
bienestar nacional;
d) Acrecentar una sólida integración espiritual entre la Institución y
sus públicos, a través del afianzamiento de una verdadera mística de
la nacionalidad que la preserve de la influencia de ideologías
foráneas y la fortalezca en la defensa de nuestra filosofía y
doctrina nacional;
e) Capitalizar esa adhesión del público y esa comunión de esfuerzos, a
fin de proyectarla fuera de fronteras y dar de esa manera una real
imagen de nuestro país en el exterior.
f) Contrarrestar en forma eficaz y en tiempo, las corrientes de opinión
y de información que desenvuelven en forma constante una oposición
negativa y disociadora de la acción gubernamental, con grave
perjuicio para la imagen del Estado.
CAPITULO III
Cometidos de la Dirección Nacional de Relaciones Públicas