Los servicios de salud desarrollarán su actividad conforme al principio
de calidad integral de la atención en salud que, de acuerdo a normas
técnicas y protocolos de actuación, respete los principios de la Bioética
y los derechos humanos de los usuarios y pacientes.
El control de la calidad integral de la atención en salud estará a cargo
del Ministerio de Salud Pública, quien tomará en cuenta el respeto a tales
principios y derechos, aplicables también a la incorporación y uso de
tecnologías y medicamentos.