CONVENCIONES SOBRE RELACIONES E INMUNIDADES DIPLOMATICAS Y SOBRE RELACIONES
CONSULARES
Aprobado/a por: Ley Nº 13.774 de 17/10/1969 artículo 1.
Los Estados Partes en la presente Convención,
Teniendo presente que desde antiguos tiempos los pueblos de todas las
naciones han reconocido el estatuto de los funcionarios diplomáticos.
Teniendo en cuenta los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas relativos a la igualdad soberana de los Estados, el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales y al fomento de
las relaciones de amistad entre las naciones.
Estimando que una convención internacional sobre relaciones, privilegios e inmunidades diplomáticos contribuirá al desarrollo de las relaciones amistosas entre las naciones, prescindiendo de sus diferencias
de régimen constitucional y social.
Reconociendo que tales inmunidades y privilegios se conceden, no en beneficio de las personas, sino con el fin de garantizar el desempeño eficaz de las funciones de las misiones diplomáticas en calidad de representantes de los Estados,
Afirmando que las normas del derecho internacional consuetudinario han
de continuar rigiendo las cuestiones que no hayan sido expresamente reguladas en las disposiciones de la presente Convención,
Han convenido en lo siguiente:
Artículo 1
A los efectos de la presente Convención:
a) Por "jefe de misión", se entiende la persona encargada por el Estado
acreditante de actuar con carácter de tal;
b) Por "miembros de la misión", se entiende el jefe de la misión y los
miembros del personal de la misión;
c) Por "miembros del personal de la misión", se entiende los miembros del
personal diplomático, del personal administrativo y técnico y del
personal de servicio de la misión;
d) Por "miembros del personal diplomático", se entiende los miembros del
personal de la misión que posean la calidad de diplomático;
e) Por "agente diplomático", se entiende el jefe de la misión o un
miembro del personal diplomático de la misión;
f) Por "miembros del personal administrativo y técnico", se entiende los
miembros del personal de la misión empleados en el servicio
administrativo y técnico de la misión;
g) Por "miembros del personal de servicio", se entiende los miembros del
personal de la misión empleados en el servicio doméstico de la misión;
h) Por "criado particular", se entiende toda persona al servicio
doméstico de un miembro de la misión, que no sea empleada del Estado
acreditante;
i) Por "locales de la misión", se entiende los edificios o las partes de
los edificios, sea cual fuere su propietario, utilizados para las
finalidades de la misión, incluyendo la residencia del jefe de la
misión, así como el terreno destinado al servicio de esos edificios o
de parte de ellos.
Artículo 2
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados y el envío
de misiones diplomáticas permanentes se efectúa por consentimiento mutuo.
Artículo 3
1. Las funciones de una misión diplomática consisten principalmente
en:
a) Representar al Estado acreditante ante el Estado receptor;
b) Proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y
los de sus nacionales, dentro de los límites permitidos por el derecho
internacional;
c) Negociar con el gobierno del Estado receptor;
d) Enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la
evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar
sobre ello al gobierno del Estado acreditante;
e) Fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones
económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el
Estado receptor.
2. Ninguna disposición de la presente Convención se interpretará de modo que impida el ejercicio de funciones consulares por la misión diplomática.
Artículo 4
1. El Estado acreditante deberá asegurarse de que la persona que se proponga acreditar como jefe de la misión ante el Estado receptor ha obtenido el asentimiento de ese Estado.
2. El Estado receptor no esta obligado a expresar al Estado
acreditante los motivos de su negativa a otorgar el asentimiento.
Artículo 5
1. El Estado acreditante podrá, después de haberlo notificado en
debida forma a los Estados receptores interesados, acreditar a un jefe de
misión ante dos o más Estados, o bien destinar a ellos a cualquier
miembro del personal diplomático, salvo que alguno de los Estados receptores se oponga expresamente.
2. Si un Estado acredita a un jefe de misión ante dos o más Estados, podrá establecer una misión diplomática dirigida por un encargado de negocios ad interim en cada uno de los Estados en que el jefe de la
misión no tenga su sede permanente.
3. El jefe de misión o cualquier miembro del personal diplomático de
la misión podrá representar al Estado acreditante ante cualquier organización internacional.
Artículo 6
Dos o más Estados podrán acreditar a la misma persona como jefe de misión ante un tercer Estado, salvo que el Estado receptor se oponga a ello.
Artículo 7
Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 5, 8, 9 y 11, el Estado
acreditante nombrará libremente al personal de la misión. En el caso de los agregados militares, navales o aéreos, el Estado receptor podrá
exigir que se le sometan de antemano sus nombres, para su aprobación.
Artículo 8
1. Los miembros del personal diplomático de la misión habrán de tener,
en principio, la nacionalidad del Estado acreditante.
2. Los miembros del personal diplomático de la misión no podrán ser elegidos entre personas que tengan la nacionalidad del Estado receptor, excepto con el consentimiento de ese Estado, que podrá retirarlo en cualquier momento.
3. El Estado receptor podrá reservarse el mismo derecho respecto de
los nacionales de un tercer Estado que no sean al mismo tiempo nacionales
del Estado acreditante.
Artículo 9
1. El Estado receptor podrá, en cualquier momento y sin tener que exponer los motivos de su decisión, comunicar al Estado acreditante que
el jefe u otro miembro del personal diplomático de la misión es persona non grata, o que cualquier otro miembro del personal de la misión no es aceptable. El Estado acreditante retirará entonces a esa persona o pondrá
término a sus funciones en la misión, según proceda. Toda persona podrá ser declarada non grata o no aceptable antes de su llegada al territorio del Estado receptor.
2. Si el Estado acreditante se niega a ejecutar o no ejecuta en un plazo razonable las obligaciones que le incumben a tenor de lo dispuesto en el párrafo 1, el Estado receptor podrá negarse a reconocer como
miembro de la misión a la persona de que se trate.
Artículo 10
1. Se notificará al Ministerio de Relaciones Exteriores, o al Ministerio que se haya convenido, del Estado receptor:
a) El nombramiento de los miembros de la misión, su llegada y su salida
definitiva o la terminación de sus funciones en la misión;
b) La llegada y la salida definitiva de toda persona perteneciente a la
familia de un miembro de la misión y, en su caso el hecho de que
determinada persona entre a formar parte o cese de ser miembro de la
familia de un miembro de la misión;
c) La llegada y la salida definitiva de los criados particulares al
servicio de las personas a que se refiere el inciso a) de este párrafo
y, en su caso, el hecho de que cesen en el servicio de tales personas;
d) La contratación y el despido de personas residentes en el Estado
receptor como miembros de la misión o criados particulares que tengan
derecho a privilegios e inmunidades.
2. Cuando sea posible, la llegada y la salida definitiva se
notificarán también con antelación.
Artículo 11
1. A falta de acuerdo explícito sobre el número de miembros de la misión, el Estado receptor podrá exigir que ese número esté dentro de los
límites de lo que considere que es razonable y normal, según las circunstancias y condiciones de ese Estado y las necesidades de la misión
de que se trate.
2. El Estado receptor podrá también, dentro de esos límites y sin discriminación alguna, negarse a aceptar funcionarios de una determinada categoría.
Artículo 12
El Estado acreditante no podrá, sin el consentimiento previo y expreso
del Estado receptor, establecer oficinas que formen parte de la misión en
localidades distintas de aquella en que radique la propia misión.
Artículo 13
1. Se considerará que el jefe de misión ha asumido sus funciones en el
Estado receptor desde el momento en que haya presentado sus cartas credenciales o en que haya comunicado su llegada y presentado copia de estilo de sus cartas credenciales al Ministerio de Relaciones Exteriores,
o al Ministerio que se haya convenido, según la práctica en vigor en el Estado receptor, que deberá aplicarse de manera uniforme.
2. El orden de presentación de las cartas credenciales o de su copia
de estilo se determinará por la fecha y hora de llegada del jefe de misión.
Artículo 14
1. Los jefes de misión se dividen en tres clases:
a) Embajadores o nuncios acreditados ante los Jefes de Estado, y otros
jefes de misión de rango equivalente;
b) Enviados, ministros o internuncios acreditados ante los Jefes de
Estado;
c) Encargados de negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones
Exteriores.
2. Salvo por lo que respecta a la precedencia y a la etiqueta, no se hará ninguna distinción entre los jefes de misión por razón de su clase.
Artículo 15
Los Estados se pondrán de acuerdo acerca de la clase a que habrán de pertenecer los jefes de sus misiones.
Artículo 16
1. La precedencia de los jefes de misión, dentro de cada clase, se establecerá siguiendo el orden de la fecha y la hora en que hayan asumido
sus funciones, de conformidad con el artículo 13.
2. Las modificaciones en las cartas credenciales de un jefe de misión
que no entrañen cambio de clase no alterarán su orden de precedencia.
3. Las disposiciones de este artículo se entenderán sin perjuicio de
los usos que acepte el Estado receptor respecto de la precedencia del representante de la Santa Sede.
Artículo 17
El jefe de misión notificará al Ministerio de Relaciones Exteriores, o
al Ministerio que se haya convenido, el orden de precedencia de los miembros del personal diplomático de la misión.
Artículo 18
El procedimiento que se siga en cada Estado para la recepción de los jefes de misión será uniforme respecto de cada clase.
Artículo 19
1. Si queda vacante el puesto de jefe de misión o si el jefe de misión
no puede desempeñar sus funciones, un encargado de negocios ad interim actuará provisionalmente como jefe de la misión. El nombre del encargado
de negocios ad interim será comunicado al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor o al Ministerio que se haya convenido, por
el jefe de misión o, en el caso de que éste no pueda hacerlo, por el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado acreditante.
2. Caso de no estar presente ningún miembro del personal diplomático
de la misión en el Estado receptor, un miembro del personal
administrativo y técnico podrá, con el consentimiento del Estado
receptor, ser designado por el Estado acreditante para hacerse cargo de los asuntos administrativos corrientes de la misión.
Artículo 20
La misión y su jefe tendrán derecho a colocar la bandera y el escudo del Estado acreditante en los locales de la misión, incluyendo la residencia del jefe de la misión y en los medios de transporte de éste.
Artículo 21
1. El Estado receptor deberá, sea facilitar la adquisición en su territorio de conformidad con sus propias leyes, por el Estado acreditante, de los locales necesarios para la misión, o ayudar a éste a obtener alojamiento de otra manera.
2. Cuando sea necesario, ayudará también a las misiones a obtener alojamiento adecuado para sus miembros.
Artículo 22
1. Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión.
2. El Estado receptor tiene la obligación especial de adoptar todas
las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda
intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.
3. Los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en
ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución.
Artículo 23
1. El Estado acreditante y el jefe de la misión están exentos de todos
los impuestos y gravámenes nacionales, regionales o municipales, sobre
los locales de la misión de que sean propietarios o inquilinos, salvo de aquellos impuestos o gravámenes que constituyan el pago de servicios particulares prestados.
2. La exención fiscal a que se refiere este artículo no se aplica a
los impuestos y gravámenes que, conforme a las disposiciones legales del Estado receptor, estén a cargo del particular que contrate con el Estado acreditante o con el jefe de la misión.
Artículo 24
Los archivos y documentos de la misión son siempre inviolables, dondequiera que se hallen.
Artículo 25
El Estado receptor dará toda clase de facilidades para el desempeño de
las funciones de la misión.
Artículo 26
Sin perjuicio de sus leyes y reglamentos referentes a zonas de acceso prohibido y reglamentado por razones de seguridad nacional, el Estado receptor garantizará a todos los miembros de la misión la libertad de circulación y de tránsito por su territorio.
Artículo 27
1. El Estado receptor permitirá y protegerá la libre comunicación de
la misión para todos los fines oficiales.
Para comunicarse con el gobierno y con las demás misiones y consulados
del Estado acreditante, dondequiera que se radiquen, la misión podrá emplear todos los medios de comunicación adecuados, entre ellos los correos diplomáticos y los mensajes en clave o en cifra. Sin embargo, únicamente con el consentimiento del Estado receptor podrá la misión instalar y utilizar una emisora de radio.
2. La correspondencia oficial de la misión es inviolable.
Por correspondencia oficial se entiende toda correspondencia concerniente a la misión y a sus funciones.
3. La valija diplomática no podrá ser abierta ni retenida.
4. Los bultos que constituyan la valija diplomática deberán ir provistos de signos exteriores visibles indicadores de su carácter y sólo
podrán contener documentos diplomáticos u objetos de uso oficial.
5. El correo diplomático, que debe llevar consigo un documento oficial
en el que conste su condición de tal y el número de bultos que
constituyan la valija, estará protegido, en el desempeño de sus
funciones, por el Estado receptor. Gozará de inviolabilidad personal y no
podrá ser objeto de ninguna forma de detención o arresto.
6. El Estado acreditante o la misión podrán designar correos diplomáticos ad hoc. En tales casos se aplicarán también las
disposiciones del párrafo 5 de este artículo, pero las inmunidades en él mencionadas dejarán de ser aplicables cuando dicho correo haya entregado al destinatario la valija diplomática que se le haya encomendado.
7. La valija diplomática podrá ser confiada al comandante de una aeronave comercial que haya de aterrizar en un aeropuerto de entrada autorizado. El comandante deberá llevar consigo un documento oficial en
el que conste el número de bultos que constituyan la valija, pero no
podrá ser considerado como correo diplomático. La misión podrá enviar a uno de sus miembros, a tomar posesión directa y libremente de la valja diplomática de manos del comandante de la aeronave.
Artículo 28
Los derechos y aranceles que perciba la misión por actos oficiales están exentos de todo impuesto y gravamen.
Artículo 29
La persona del agente diplomático es inviolable. No puede ser objeto
de ninguna forma de detención o arresto.
El Estado receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las medidas adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona,
su libertad o su dignidad.
Artículo 30
1. La residencia particular del agente diplomático goza de la misma inviolabilidad y protección que los locales de la misión.
2. Sus documentos, su correspondencia y, salvo lo previsto en el párrafo 3 del artículo 31, sus bienes, gozarán igualmente de inviolabilidad.
Artículo 31
1. El agente diplomático gozará de inmunidad de la jurisdicción penal
del Estado receptor. Gozará también de inmunidad de su jurisdicción civil
y administrativa, excepto si se trata:
a) De una acción real sobre bienes inmuebles particulares radicados en el
territorio del Estado receptor, a menos que el agente diplomático los
posea por cuenta del Estado acreditante para los fines de la misión;
b) De una acción sucesoria en la que el agente diplomático figure, a
título privado y no en nombre del Estado acreditante, como ejecutor
testamentario, administrador, heredero o legatario;
c) De una acción referente a cualquier actividad profesional o comercial
ejercida por el agente diplomático en el Estado receptor, fuera de sus
funciones oficiales.
2. El agente diplomático no está obligado a testificar.
3. El agente diplomático no podrá ser objeto de ninguna medida de ejecución, salvo en los casos previstos en los incisos a), b) y c) del párrafo 1 de este artículo y con tal de que no sufra menoscabo la inviolabilidad de su persona o de su residencia.
4. La inmunidad de jurisdicción de un agente diplomático en el Estado
receptor no le exime de la jurisdicción del Estado acreditante.
Artículo 32
1. El Estado acreditante puede renunciar a la inmunidad de
jurisdicción de sus agentes diplomáticos y de las personas que gocen de inmunidad conforme al artículo 37.
2. La renuncia ha de ser siempre expresa.
3. Si un agente diplomático o una persona que goce de inmunidad de jurisdicción conforme al artículo 37 entabla una acción judicial, no le será permitido invocar la inmunidad de jurisdicción respecto de cualquier
reconvención directamente ligada a la demanda principal.
4. La renuncia a la inmunidad de jurisdicción respecto de las acciones
civiles o administrativas no ha de entenderse que entraña renuncia a la inmunidad en cuanto a la ejecución del fallo, para lo cual será necesaria
una nueva renuncia.
Artículo 33
1. Sin perjuicio de las disposiciones del párrafo 3 de este artículo,
el agente diplomático estará, en cuanto a los servicios prestados al Estado acreditante, exento de las disposiciones sobre seguridad social
que estén vigentes en el Estado receptor.
2. La exención prevista en el párrafo 1 de este artículo se aplicará también a los criados particulares que se hallen al servicio exclusivo
del agente diplomático, a condición de que:
a) No sean nacionales del Estado receptor o no tengan en él residencia
permanente; y
b) Estén protegidos por las disposiciones sobre seguridad social que
estén vigentes en el Estado acreditante o en un tercer Estado.
3. El agente diplomático que emplee a personas a quienes no se aplique
la exención prevista en el párrafo 2 de este artículo, habrá de cumplir las obligaciones que las disposiciones sobre seguridad social del Estado receptor impongan a los empleadores.
4. La exención prevista en los párrafos 1 y 2 de este artículo no impedirá la participación voluntaria en el régimen de seguridad social
del Estado receptor, a condición de que tal participación esté permitida
por ese Estado.
5. Las disposiciones de este artículo se entenderán sin perjuicio de
los acuerdos bilaterales o multilaterales sobre seguridad social ya concertados y no impedirán que se concierten en lo sucesivo acuerdos de esa índole.
Artículo 34
El agente diplomático estará exento de todos los impuestos y
gravámenes personales o reales, nacionales, regionales o municipales con
excepción:
a) De los impuestos indirectos de la índole de los normalmente incluidos
en el precio de las mercaderías o servicios;
b) De los impuestos y gravámenes sobre los bienes inmuebles privados que
radiquen en el territorio del Estado receptor, a menos que el agente
diplomático los posea por cuenta del Estado acreditante y para los
fines de la misión;
c) De los impuestos sobre las sucesiones que corresponda percibir al
Estado receptor, salvo lo dispuesto en el párrafo 4 del artículo 39;
d) De los impuestos y gravámenes sobre los ingresos privados que tengan
su origen en el Estado receptor y de los impuestos sobre el capital
que graven las inversiones efectuadas en empresas comerciales en el
Estado receptor;
e) De los impuestos y gravámenes correspondientes a servicios
particulares prestados;
f) Salvo lo dispuesto en el artículo 23, de los derechos de registro,
aranceles judiciales, hipoteca y timbre, cuando se trate de bienes
inmuebles.
Artículo 35
El Estado receptor deberá eximir a los agentes diplomáticos de toda prestación personal, de todo servicio público cualquiera que sea su naturaleza y de cargas militares tales como las requisiciones, las contribuciones y los alojamientos militares.
Artículo 36
1. El Estado receptor, con arreglo a las leyes y reglamentos que promulgue, permitirá la entrada, con exención de toda clase de derechos
de aduana, impuestos y gravámenes conexos, salvo los gastos de
almacenaje, acarreo y servicios análogos:
a) De los objetos destinados al uso oficial de la misión;
b) De los objetos destinados al uso personal del agente diplomático o de
los miembros de su familia que formen parte de su casa, incluidos los
efectos destinados a su instalación.
2. El agente diplomático estará exento de la inspección de su equipaje
personal, a menos que haya motivos fundados para suponer que contiene objetos no comprendidos en las exenciones mencionadas en el párrafo 1 de este artículo, u objetos cuya importación o exportación esté prohibida
por la legislación del Estado receptor o sometida a sus reglamentos de cuarentena. En este caso, la inspección sólo se podrá efectuar en presencia del agente diplomático o de su representante autorizado.
Artículo 37
1. Los miembros de la familia de un agente diplomático que formen
parte de su casa gozarán de los privilegios e inmunidades especificados
en los artículos 29 a 36, siempre que no sean nacionales del Estado receptor.
2. Los miembros del personal administrativo y técnico de la misión con
los miembros de sus familias que formen parte de sus respectivas casas, siempre que no sean nacionales del Estado receptor ni tengan en él residencia permanente, gozarán de los privilegios e inmunidades mencionados en los artículos 29 a 35, salvo que la inmunidad de la jurisdicción civil y administrativa del Estado receptor especificada en
el párrafo 1 del artículo 31, no se extenderá a los actos realizados
fuera del desempeño de sus funciones. Gozarán también de los privilegios
especificados en el párrafo 1 del artículo 36, respecto de los objetos importados al efectuar su primera instalación.
3. Los miembros del personal de servicio de la misión que no sean nacionales del Estado receptor ni tengan en él residencia permanente, gozarán de inmunidad por los actos realizados en el desempeño de sus funciones, de exención de impuestos y gravámenes sobre los salarios que perciban por sus servicios y de la exención que figure en el artículo 33.
4. Los criados particulares de los miembros de la misión, que no sean
nacionales del Estado receptor ni tengan en él residencia permanente, estarán exentos de impuestos y gravámenes sobre los salarios que perciban
por sus servicios. A otros respectos, sólo gozarán de privilegios e inmunidades en la medida reconocida por dicho Estado. No obstante, el Estado receptor habrá de ejercer su jurisdicción sobre esas personas de modo que no estorbe indebidamente el desempeño de las funciones de la misión.
Artículo 38
1. Excepto en la medida en que el Estado receptor conceda otros privilegios e inmunidades, el agente diplomático que sea nacional de ese Estado o tenga en él residencia permanente sólo gozará de inmunidad de jurisdicción e inviolabilidad por los actos oficiales realizados en el desempeño de sus funciones.
2. Los otros miembros de la misión y los criados particulares que sean
nacionales del Estado receptor o tengan en él su residencia permanente, gozarán de los privilegios e inmunidades únicamente en la medida en que
lo admita dicho Estado. No obstante, el Estado receptor habrá de ejercer su jurisdicción sobre esas personas de modo que no estorbe indebidamente el desempeño de las funciones de la misión.
Artículo 39
1. Toda persona que tenga derecho a privilegios e inmunidades gozará
de ellos desde que penetre en el territorio del Estado receptor para
tomar posesión de su cargo o, si se encuentra ya en ese territorio, desde
que su nombramiento haya sido comunicado al Ministerio de Relaciones Exteriores o al Ministerio que se haya convenido.
2. Cuando terminen las funciones de una persona que goce de
privilegios e inmunidades, tales privilegios e inmunidades cesarán normalmente en el momento en que esa persona salga del país o en el que expire el plazo razonable que le haya sido concedido para permitirle
salir de él, pero subsistirán hasta entonces, aún en caso de conflicto armado. Sin embargo, no cesará la inmunidad respecto de los actos realizados por tal persona en el ejercicio de sus funciones como miembro de la misión.
3. En caso de fallecimiento de un miembro de la misión, los miembros
de su familia continuarán en el goce de los privilegios e inmunidades que
les correspondan hasta la expiración de un plazo razonable en el que puedan abandonar el país.
4. En caso de fallecimiento de un miembro de la misión que no sea nacional del Estado receptor ni tenga en él residencia permanente, o de
un miembro de su familia que forme parte de su casa, dicho Estado permitirá que se saquen del país los bienes muebles del fallecido, salvo los que hayan sido adquiridos en él y cuya exportación se halle prohibida
en el momento del fallecimiento.
No serán objeto de impuestos de sucesión los bienes muebles que se hallaren en el Estado receptor por el solo hecho de haber vivido allí el causante de la sucesión como miembro de la misión o como persona de la familia de un miembro de la misión.
Artículo 40
1. Si un agente diplomático atraviesa el territorio de un tercer
Estado que le hubiere otorgado el visado del pasaporte si tal visado
fuere necesario, o se encuentra en él para ir a tomar posesión de sus funciones, para reintegrarse a su cargo o para volver a su país, el
tercer Estado le concederá la inviolabilidad y todas las demás
inmunidades necesarias para facilitarle el tránsito o el regreso. Esta regla será igualmente aplicable a los miembros de su familia que gocen de
privilegios e inmunidades y acompañen al agente diplomático o viajen separadamente para reunirse con él o regresar a su país.
2. En circunstancias análogas a las previstas en el párrafo 1 de este artículo, los terceros Estados no habrán de dificultar el paso por su territorio de los miembros del personal administrativo y técnico, del personal de servicio de una misión o de los miembros de sus familias.
3. Los terceros Estados concederán a la correspondencia oficial y a otras comunicaciones oficiales en tránsito, incluso a los despachos en clave o en cifra, la misma libertad y protección concedida por el Estado receptor.
Concederán a los correos diplomáticos a quienes hubieren otorgado el visado del pasaporte si tal visado fuere necesario, así como a las
valijas diplomáticas en tránsito, la misma inviolabilidad y protección
que se halla obligado a prestar el Estado receptor.
4. Las obligaciones de los terceros Estados en virtud de los párrafos
1, 2 y 3 de este artículo serán también aplicables a las personas mencionadas respectivamente en esos párrafos, así como a las comunicaciones oficiales y a las valijas diplomáticas, que se hallen en
el territorio del tercer Estado a causa de fuerza mayor.
Artículo 41
1. Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas
que gocen de esos privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor. También están obligados a no inmiscuirse
en los asuntos internos de ese Estado.
2. Todos los asuntos oficiales de que la misión esté encargada por el
Estado acreditante han de ser tratados con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor por conducto de él, o con el Ministerio
que se haya convenido.
3. Los locales de la misión no deben ser utilizados de manera incompatible con las funciones de la misión tal como están enunciadas en la presente Convención, en otras normas del derecho internacional general
o en los acuerdos particulares que estén en vigor entre el Estado acreditante y el Estado receptor.
Artículo 42
El agente diplomático no ejercerá en el Estado receptor ninguna actividad profesional o comercial en provecho propio.
Artículo 43
Las funciones del agente diplomático terminarán, principalmente:
a) Cuando el Estado acreditante comunique al Estado receptor que las
funciones del agente diplomático han terminado;
b) Cuando el Estado receptor comunique al Estado acreditante que, de
conformidad con el párrafo 2 del artículo 9, se niega a reconocer al
agente diplomático como miembro de la misión.
Artículo 44
El Estado receptor deberá, aún en caso de conflicto armado, dar facilidades para que las personas que gozan de privilegios e inmunidades
y no sean nacionales del Estado receptor, así como los miembros de sus familias, sea cual fuere su nacionalidad, puedan salir de su territorio
lo más pronto posible. En especial, deberá poner a su disposición, si fuere necesario, los medios de transporte indispensables para tales personas y sus bienes.
Artículo 45
En caso de ruptura de las relaciones diplomáticas entre dos Estados o
si se pone término a una misión de modo definitivo o temporal:
a) El Estado receptor estará obligado a respetar y a proteger, aún en
caso de conflicto armado, los locales de la misión así como sus bienes
y archivos;
b) El Estado acreditante podrá confiar la custodia de los locales de la
misión, así como de sus bienes y archivos, a un tercer Estado
aceptable para el Estado receptor;
c) El Estado acreditante podrá confiar la protección de sus intereses y
de los intereses de sus nacionales a un tercer Estado aceptable para
el Estado receptor.
Artículo 46
Con el consentimiento previo del Estado receptor y a petición de un tercer Estado no representado en él, el Estado acreditante podrá asumir
la protección temporal de los intereses del tercer Estado y de sus nacionales.
Artículo 47
1. En la aplicación de las disposiciones de la presente Convención, el
Estado receptor no hará ninguna discriminación entre los Estados.
2. Sin embargo, no se considerará como discriminatorio:
a) Que el Estado receptor aplique con criterio restrictivo cualquier
disposición de la presente Convención porque con tal criterio haya
sido aplicada a su misión en el Estado acreditante;
b) Que, por costumbre o acuerdo, los Estados concedan recíprocamente un
trato más favorable que el requerido en las disposiciones de la
presente Convención.
Artículo 48
La presente Convención estará abierta a la firma de todos los Estados
Miembros de las Naciones Unidas o de algún organismo especializado, así como de todo Estado Parte en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia y de cualquier otro Estado invitado por la Asamblea General de las Naciones Unidas a ser parte en la Convención, de la manera siguiente: hasta el 31 de octubre de 1961, en el Ministerio de Relaciones Exteriores
de Austria; y después, hasta el 31 de marzo de 1962, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Artículo 49
La presente Convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de
ratificación se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 50
La presente Convención quedará abierta a la adhesión de los Estados
pertenecientes a alguna de las cuatro categorías mencionadas en el artículo 48. Los instrumentos de adhesión se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 51
1. La presente Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir
de la fecha en que haya sido depositado en poder del Secretario General
de las Naciones Unidas el vigesimosegundo instrumento de ratificación o
de adhesión.
2. Para cada Estado que ratifique la Convención o se adhiera a ella
después de haber sido depositado el vigesimosegundo instrumento de ratificación o de adhesión, la Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en que tal Estado haya depositado su instrumento
de ratificación o de adhesión.
Artículo 52
El Secretario General de las Naciones Unidas comunicará a todos los Estados pertenecientes a cualquiera de las cuatro categorías mencionadas
en el artículo 48:
a) Qué países han firmado la presente Convención y cuáles han depositado
los instrumentos de ratificación o adhesión, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 48, 49 y 50;
b) En qué fecha entrará en vigor la presente Convención, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 51.
Artículo 53
El original de la presente Convención, cuyos textos chino, español, francés, inglés y ruso son igualmente auténticos, será depositado en
poder del Secretario General de las Naciones Unidas, quien remitirá copia
certificada a todos los Estados pertenecientes a cualquiera de las cuatro
categorías mencionadas en el artículo 48.
En testimonio de lo cual, los plenipotenciarios infrascritos, debidamente autorizados por sus respectivos Gobiernos, han firmado la presente Convención.
Hecha en Viena, el día dieciocho de abril de mil novecientos sesenta y
uno
CONVENCION DE VIENA SOBRE RELACIONES CONSULARES
Los Estados Partes en la presente Convención,
Teniendo presente que han existido relaciones consulares entre los pueblos de hace siglos,
Teniendo en cuenta los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas relativos a la igualdad soberana de los Estados, al mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales y al fomento de
las relaciones de amistad entre las naciones,
Considerando que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Relaciones e Inmunidades Diplomáticas aprobó la Convención de Viena sobre
Relaciones Diplomáticas, abierta a la firma de los Estados el 18 de abril de 1961,
Estimando que una convención internacional sobre relaciones, privilegios e inmunidades consulares contribuirá también al desarrollo de
las relaciones amistosas entre las naciones, prescindiendo de sus diferencias de régimen constitucional y social,
Conscientes de que la finalidad de dichos privilegios e inmunidades no
es beneficiar a particulares, sino garantizar a las oficinas consulares
el eficaz desempeño de sus funciones en nombre de sus Estatutos respectivos,
Afirmando que las normas de derecho internacional consuetudinario continuarán rigiendo las materias que no hayan sido expresamente
reguladas por las disposiciones de la presente Convención,
Han convenido en lo siguiente:
Artículo 1
Definiciones
1. A los efectos de la presente Convención, las siguientes expresiones
se entenderán como se precisa a continuación:
a) Por "oficina consular", todo consulado general, consulado,
viceconsulado o agencia consular;
b) Por "circunscripción consular", el territorio atribuido a una oficina
consular para el ejercicio de las funciones consulares;
c) Por "jefe de oficina consular", la persona encargada de desempeñar tal
función;
d) Por "funcionario consular", toda persona, incluido el Jefe de oficina
consular, encargada con ese carácter del ejercicio de funciones
consulares;
e) Por "empleado consular", toda persona empleada en el servicio
administrativo o técnico de una oficina consular;
f) Por "miembro del personal de servicio", toda persona empleada en el
servicio doméstico de una oficina consular;
g) Por "miembros de la oficina consular", los funcionarios y empleados
consulares y los miembros del personal de servicio;
h) Por "miembros del personal consular", los funcionarios consulares,
salvo el ejefe de oficina consular, los empleados consulares y los
miembros del personal de servicio;
i) Por "miembros del personal privado", la persona empleada
exclusivamente en el servicio particular de un miembro de la oficina
consular;
j) Por "locales consulares", los edificios o las partes de los edificios
y el terreno contiguo que, cualquiera que sea su propietario, se
utilicen exclusivamente para las finalidades de la oficina consular;
k) Por "archivos consulares", todos los papeles, documentos,
correspondencia, libros, películas, cintas magnetofónicas y registros
de la oficina consular, así como las cifras y claves, los ficheros y
los muebles destinados a protegerlos y conservarlos.
2. Los funcionarios consulares son de dos clases: funcionarios consulares de carrera y funcionarios consulares honorarios. Las disposiciones del capítulo II de la presente Convención se aplican a las oficinas consulares dirigidas por funcionarios consulares de carrera; las
disposiciones del capítulo III se aplican a las oficinas consulares dirigidas por funcionarios consulares honorarios.
3. La situación particular de los miembros de las oficinas consulares
que son nacionales o residentes permanentes del Estado receptor se rige por el artículo 71 de la presente Convención.
CAPITULO I - DE LAS RELACIONES
CONSULARES EN GENERAL
SECCION 1 - ESTABLECIMIENTO Y
EJERCICIO DE LAS RELACIONES CONSULARES
Artículo 2
Establecimiento de relaciones consulares
1. El establecimiento de relaciones consulares entre Estados se efectuará por consentimiento mutuo.
2. El consentimiento otorgado para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre dos Estados implicará, salvo indicación en contrario,
el consentimiento para el establecimiento de relaciones consulares.
3. La ruptura de relaciones diplomáticas no entrañará, ipso facto, la
ruptura de relaciones consulares.
Artículo 3
Ejercicio de las funciones consulares
Las funciones consulares serán ejercidas por las oficinas consulares.
También las ejercerán las misiones diplomáticas según las disposiciones
de la presente Convención.
Artículo 4
Establecimiento de una oficina consular
1. No se podrá establecer una oficina consular en el territorio del Estado receptor sin su consentimiento.
2. La sede del consulado, su ciase y la circunscripción consular, las
fijará el Estado que envía y serán aprobadas por el Estado receptor.
3. El Estado que envía no podrá modificar posteriormente la sede de la
oficina consular, su clase, ni la circunscripción consular sin el consentimiento del Estado receptor.
4. También se necesitará el consentimiento del Estado receptor si un consulado general o un consulado desea abrir un viceconsulado o una agencia consular en una localidad diferente de aquélla en la que radica
la misma oficina consular.
5. No se podrá abrir fuera de la sede de la oficina consular una dependencia que forme parte de aquella, sin haber obtenido previamente el
consentimiento expreso del Estado receptor.
Artículo 5
Funciones consulares
Las funciones consulares consistirán en:
a) Proteger en el Estado receptor los intereses del Estado que envía y
de sus nacionales, sean personas naturales o jurídicas, dentro de los
límites permitidos por el derecho internacional;
b) Fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, económicas,
culturales y científicas entre el Estado que envía y el Estado
receptor, y promover además las relaciones amistosas entre los
mismos, de conformidad con las disposiciones de la presente
Convención;
c) Informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la
evolución de la vida comercial, económica, cultural y científica del
Estado receptor, informar al respecto al gobierno del Estado que
envía y proporcionar datos a las personas interesadas;
d) Extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado
que envía, y visados o documentos adecuados a las personas que deseen
viajar a dicho Estado;
e) Prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía,
sean personas naturales o jurídicas;
f) Actuar en calidad de notario, en la de funcionario del registro
civil, y en funciones similares y ejercitar otras de carácter
administrativo, siempre que no se opongan las leyes y reglamentos del
Estado receptor;
g) Velar, de acuerdo con las leyes y reglamentos del Estado receptor,
por los intereses de los nacionales del Estado que envía, sean
personas naturales o jurídicas, en los casos de sucesión por causa de
muerte que se produzcan en el territorio del Estado receptor;
h) Velar, dentro de los límites que impongan las leyes y reglamentos del
Estado receptor, por los intereses de los menores y de otras personas
que carezcan de capacidad plena y que sean nacionales del Estado que
envía, en particular cuando se requiera instituir para ello una
tutela o una curatela;
i) Representar a los nacionales del Estado que envía o tomar las medidas
convenientes para su representación ante los tribunales y otras
autoridades del Estado receptor, de conformidad con la práctica y los
procedimientos en vigor en este último, a fin de lograr que de
acuerdo con las leyes y reglamentos del mismo se adopten las medidas
provisionales de preservación de los derechos e intereses de esos
nacionales, cuando, por estar ausentes o por cualquier otra causa, no
puedan defenderlos oportunamente;
j) Comunicar decisiones judiciales y extrajudiciales y diligenciar
comisiones rogatorias de conformidad con los acuerdos internacionales
en vigor y, a falta de los mismos, de manera que sea compatible con
las leyes y reglamentos del Estado receptor;
k) Ejercer, de conformidad con las leyes y reglamentos del Estado que
envía, los derechos de control o inspección de los buques que tengan
la nacionalidad de dicho Estado, y de las aeronaves matriculadas en
el mismo, y también de sus tripulaciones;
l) Prestar ayuda a los buques y aeronaves a que se refiere el apartado
k) de este artículo y, también, a sus tripulaciones; recibir
declaración sobre el viaje de esos buques, examinar y refrendar los
documentos de a bordo y, sin perjuicio de las facultades de las
autoridades del Estado receptor, efectuar encuestas sobre los
incidentes ocurridos en la travesía y resolver los litigios de todo
orden que se planteen entre el capitán, los oficiales y los
marineros, siempre que lo autoricen las leyes y reglamentos del
Estado que envía;
m) Ejercer las demás funciones confiadas por el Estado que envía a la
oficina consular que no estén prohibidas por las leyes y reglamentos
del Estado receptor o a las que éste no se oponga, o las que le sean
atribuidas por los acuerdos internacionales en vigor entre el Estado
que envía y el receptor.
Artículo 6
Ejercicio de funciones consulares fuera de la circunscripción consular
En circunstancias especiales, el funcionario consular podrá, con el consentimiento del Estado receptor, ejercer sus funciones fuera de su circunscripción consular.
Artículo 7
Ejercicio de funciones consulares en terceros Estados
El Estado que envía podrá, después de notificarlo a los Estados interesados y salvo que uno de éstos se oponga expresamente a ello, encargar a una oficina consular establecida en un Estado, que asuma el ejercicio de funciones consulares en otros Estados.
Artículo 8
Ejercicio de funciones consulares por cuenta de un tercer Estado
Una oficina consular del Estado que envía podrá, previa la adecuada notificación al Estado receptor y siempre que éste no se oponga, ejercer funciones consulares por cuenta de un tercer Estado, en el Estado receptor.
Artículo 9
Categoría de jefes de oficina consular
1. Los Jefes de oficina consular serán de cuatro categorías:
a) Cónsules generales;
b) Cónsules;
c) Vicecónsules;
d) Agentes consulares.
2. El párrafo 1 de este artículo no limitará en modo alguno el derecho
de cualquiera de las Partes Contratantes a determinar la denominación de funcionarios consulares que no sean jefes de oficina consular.
Artículo 10
Nombramiento y admisión de los jefes de oficina consular
1. Los jefes de oficina consular serán nombrados por el Estado que envía y serán admitidos al ejercicio de sus funciones por el Estado receptor.
2. Sin perjuicio de las disposiciones de la presente Convención, los
procedimientos de nombramiento y admisión del jefe de oficina consular serán determinados por las leyes, reglamentos y prácticas del Estado que
envía y del Estado receptor, respectivamente.
Artículo 11
Carta patente o notificación de nombramiento
1. El jefe de la oficina consular será provisto por el Estado que
envía de un documento que acredite su calidad, en forma de carta patente
u otro instrumento similar, extendido para cada nombramiento y en el que
indicará, por lo general, su nombre completo, su clase y categoría, la circunscripción consular y la sede de la oficina consular.
2. El Estado que envía transmitirá la carta patente o instrumento similar por vía diplomática o por otra vía adecuada, al gobierno del Estado en cuyo territorio el jefe de oficina consular haya de ejercer sus
funciones.
3. Si el Estado receptor lo acepta, el Estado que envía podrá remitir
al primero, en vez de la carta patente u otro instrumento similar, una notificación que contenga los datos especificados en el párrafo 1 de este
artículo.
Artículo 12
"Exequátur"
1. El jefe de oficina consular será admitido al ejercicio de sus funciones por una autorización del Estado receptor llamada exequátur, cualquiera que sea la forma de esa autorización.
2. El Estado que se niegue a otorgar el exequátur no estará obligado a
comunicar al Estado que envía los motivos de esa negativa.
3. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 13 y 15, el jefe de oficina consular no podrá iniciar sus funciones antes de haber recibido
el exequátur.
Artículo 13
Admisión provisional del jefe de oficina consular
Hasta que se le conceda el exequátur, el jefe de oficina consular
podrá ser admitido provisionalmente al ejercicio de sus funciones. En
este caso le serán aplicables las disposiciones de la presente Convención.
Artículo 14
Notificación a las autoridades de la circunscripción consular
Una vez que se haya admitido al jefe de la oficina consular, aunque
sea provisionalmente, al ejercicio de sus funciones, el Estado receptor estará obligado a comunicarlo sin dilación a las autoridades competentes de la circunscripción consular. Asimismo estará obligado a velar por que se tomen las medidas necesarias para que el jefe de oficina consular
pueda cumplir los deberes de su cargo y beneficiarse de las disposiciones
de la presente Convención.
Artículo 15
Ejercicio temporal de las funciones de jefe de la oficina consular
1. Si quedase vacante el puesto de jefe de la oficina consular, o si
el jefe no pudiese ejercer sus funciones, podrá actuar provisionalmente, en calidad de tal, un jefe interino.
2. El nombre completo del jefe interino será comunicado al Ministerio
de Relaciones Exteriores del Estado receptor o a la autoridad designada por éste, por la misión diplomática del Estado que envía o, si éste no tuviere tal misión en el Estado receptor, por el jefe de la oficina consular o, en caso de que éste no pudiese hacerlo, por cualquier autoridad competente del Estado que envía. Como norma general, dicha notificación deberá hacerse con antelación. El Estado receptor podrá subordinar a su aprobación la admisión como jefe interino de una persona
que no sea agente diplomático ni funcionario consular del Estado que
envía en el Estado receptor.
3. Las autoridades competentes del Estado receptor deberán prestar asistencia y protección al jefe interino. Durante su gestión, le serán aplicables las disposiciones de la presente Convención, en las mismas condiciones que al jefe de oficina consular de que se trate. Sin embargo,
el Estado receptor no estará obligado a otorgar a un jefe interino las facilidades, privilegios e inmunidades de que goce el titular, en el caso
de que en aquél no concurran las mismas condiciones que reúna el titular.
4. Cuando en los casos previstos en el párrafo 1 de este artículo, el Estado que envía designe a un miembro del personal diplomático de su misión diplomática en el Estado receptor como jefe interino de una
oficina consular, continuará gozando de los privilegios e inmunidades diplomáticas, si el Estado receptor no se opone a ello.
Artículo 16
Precedencia de los jefes de oficina consulares
1. El orden de precedencia de los jefes de oficina consular estará determinado, en su respectiva categoría, por la fecha de concesión del exequátur.
2. Sin embargo, en el caso de que el jefe de oficina consular sea admitido provisionalmente al ejercicio de sus funciones antes de obtener el exequátur, la fecha de esta admisión determinará el orden de precedencia, que se mantendrá aun después de concedido el mismo.
3. El orden de precedencia de dos o más jefes de oficina consular que obtengan en la misma fecha el exequátur o la admisión provisional, estará
determinado por la fecha de presentación de sus cartas patentes o instrumentos similares, o de las notificaciones a que se refiere el párrafo 3 del artículo 11.
4. Los jefes interinos seguirán, en el orden de precedencia, a los
jefes de oficina titulares y, entre ellos, la precedencia estará determinada por la fecha en que asuman sus funciones como tales y que
será la que conste en las notificaciones a las que se refiere el párrafo
2 del artículo 15.
5. Los funcionarios consulares honorarios que sean jefes de oficina
seguirán a los jefes de oficina consular de carrera en el orden de precedencia en su respectiva categoría, según el orden y las normas establecidas en los párrafos anteriores.
6. Los jefes de oficina consular tendrán precedencia sobre los funcionarios consulares que no lo sean.
Artículo 17
Cumplimiento de actos diplomáticos por funcionarios consulares
1. En un Estado en que el Estado que envía no tenga misión diplomática
y en el que no esté representado por la de un tercer Estado, se podrá autorizar a un funcionario consular, con el consentimiento del Estado receptor y sin que ello afecte a su status consular, a que realice actos diplomáticos. La ejecución de esos actos por un funcionario consular no
le concederá derecho a privilegios e inmunidades diplomáticos.
2. Un funcionario podrá, previa notificación al Estado receptor,
actuar como representante del Estado que envía cerca de cualquier organización intergubernamental. En el cumplimiento de esas funciones tendrá derecho a gozar de todos los privilegios e inmunidades que el derecho internacional consuetudinario o los acuerdos internacionales concedan a esos representantes. Sin embargo, en el desempeño de cualquier
función consular no tendrá derecho a una mayor inmunidad de jurisdicción que la reconocida a un funcionario consular en virtud de la presente Convención.
Artículo 18
Nombramiento de la misma persona como funcionario consular por dos o
más Estados
Dos o más Estados podrán, con el consentimiento del Estado receptor, designar a la misma persona como funcionario consular en ese Estado.
Artículo 19
Nombramiento de miembros del personal consular
1. A reserva de lo dispuesto en los artículos 20, 22 y 23, el Estado que envía podrá nombrar libremente a los miembros del personal consular.
2. El Estado que envía comunicará al Estado receptor el nombre completo, la clase y la categoría de todos los funcionarios consulares
que no sean jefes de oficina consular, con la antelación suficiente para
que el Estado receptor pueda, si lo considera oportuno, ejercer el
derecho que le confiere el párrafo 3 del artículo 23.
3. El Estado que envía podrá, si sus leyes y reglamentos lo exigen, pedir al Estado receptor que conceda el exequátur a un funcionario consular que no sea jefe de una oficina consular.
4. El Estado receptor podrá, si sus leyes y reglamentos lo exigen,
conceder el exequátur a un funcionario consular que no sea jefe de
oficina consular.
Artículo 20
Número de miembros de la oficina consular
El Estado receptor podrá, cuando no exista un acuerdo expreso sobre el
número de miembros de la oficina consular, exigir que ese número se mantenga dentro de los límites que considere razonables y normales, según
las circunstancias y condiciones de la circunscripción consular y las necesidades de la oficina consular de que se trate.
Artículo 21
Precedencia de los funcionarios consulares de una oficina consular
La misión diplomática del Estado que envía o, a falta de tal misión en
el Estado receptor, el jefe de la oficina consular, comunicará al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor, o a la autoridad
que éste designe, el orden de precedencia de los funcionarios de una oficina consular y cualquier modificación del mismo.
Artículo 22
Nacionalidad de los funcionarios consulares
1. Los funcionarios consulares habrán de tener, en principio, la nacionalidad del Estado que envía.
2. No podrá nombrarse funcionarios consulares a personas que tengan la
nacionalidad del Estado receptor, excepto con el consentimiento expreso
de ese Estado, que podrá retirarlo en cualquier momento.
3. El Estado receptor podrá reservarse el mimso derecho respecto de
los nacionales de un tercer Estado que no sean al mismo tiempo nacionales
del Estado que envía.
Artículo 23
Persona declarada "non grata"
1. El Estado receptor podrá comunicar en todo momento al Estado que envía que un funcionario consular es persona "non grata", o que cualquier
otro miembro del personal ya no es aceptable. En ese caso, el Estado que envía retirará a esa persona, o pondrá término a sus funciones en la oficina consular, según proceda.
2. Si el Estado que envía se negase a ejecutar o no ejecutase en un plazo razonable las obligaciones que le incumben a tenor de lo dispuesto en el párrafo 1 de este artículo, el Estado receptor podrá retirar el exequátur a dicha persona, o dejar de considerarla como miembro del personal consular.
3. Una persona designada miembro de la oficina consular podrá ser declarada no aceptable antes de su llegada al territorio del Estado receptor, o antes de que inicie sus funciones en aquélla si está ya en dicho Estado. En cualquiera de esos casos el Estado que envía deberá retirar el nombramiento.
4. En los casos a los que se refieren los párrafos 1 y 3 de este artículo, el Estado receptor no estará obligado a exponer al Estado que envía los motivos de su decisión.
Artículo 24
Notificación al Estado receptor de los nombramientos, llegadas y salidas
1. Se notificarán al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor, o a la autoridad que éste designe:
a) El nombramiento de los miembros de una oficina consular, su llegada
una vez nombrados para la misma, su salida definitiva o la
terminación de sus funciones y los demás cambios de su condición
jurídica que puedan ocurrir durante su servicio en la oficina
consular;
b) La llegada y la salida definitiva de toda persona de la familia de un
miembro de la oficina consular que viva en su casa y, cuando proceda,
el hecho de que una persona entre a formar parte de esa familia o
deje de pertenecer a la misma;
c) La llegada y salida definitiva de los miembros del personal privado
y, cuando proceda, el hecho de que terminen sus servicios como tales;
d) La contratación de personas residentes en el Estado receptor en
calidad de miembros de una oficina consular o de miembros del
personal privado que tengan derecho a privilegios e inmunidades, así
como el despido de las mismas.
2. La llegada y la salida definitiva se notificarán también con antelación, siempre que sea posible.
SECCION II - TERMINACION DE LAS
FUNCIONES CONSULARES
Artículo 25
Terminación de las funciones de un miembro de la oficina consular
Las funciones de un miembro de la oficina consular terminarán inter alia:
a) Por la notificación del Estado que envía al Estado receptor de que se
ha puesto término a esas funciones;
b) Por la revocación del exequátur;
c) Por la notificación del Estado receptor al Estado que envía de que ha
cesado de considerar a la persona de que se trate como miembro del
personal consular.
Artículo 26
Salida del territorio del Estado receptor
Aún en caso de conflicto armado, el Estado receptor deberá dar a los
miembros de la oficina consular y a los miembros del personal privado,
que no sean nacionales del Estado receptor, y a los miembros de su
familia que vivan en su casa, cualquiera que sea su nacionalidad, el
plazo necesario y las facilidades precisas para que puedan preparar su viaje y salir lo antes posible, una vez que tales personas hayan
terminado sus funciones. En especial, deberá poner a su disposición, si fuere necesario, los medios de transporte indispensables para dichas personas y sus bienes, con excepción de los adquiridos en el Estado receptor cuya exportación esté prohibida en el momento de la salida.
Artículo 27
Protección de los locales y archivos consulares y de los intereses del
Estado que envía en circunstancias excepcionales
1. En caso de ruptura de las relaciones consulares entre dos Estados:
a) El Estado receptor estará obligado a respetar y a proteger, incluso
en caso de conflicto armado, los locales consulares, los bienes de la
oficina consular y sus archivos;
b) El Estado que envía podrá confiar la custodia de los locales
consulares, de los bienes que en ellos se hallen y de los archivos, a
un tercer Estado que sea aceptable para el Estado receptor;
c) El Estado que envía podrá confiar la protección de sus intereses y de
los intereses de sus nacionales a un tercer Estado que sea aceptable
para el Estado receptor.
2. En caso de clausura temporal o definitiva de una oficina consular,
se aplicarán las disposiciones del apartado a) del párrafo 1 de este artículo.
Además:
a) Si el Estado que envía, aunque no estuviese representado en el Estado
receptor por una misión diplomática, tuviera otra oficina consular en
el territorio de ese Estado, se podrá encargar a la misma de la
custodia de los locales consulares que hayan sido clausurados, de los
bienes que en ellos se encuentren y de los archivos consulares y, con
el consentimiento del Estado receptor, del ejercicio de las funciones
consulares en la circunscripción de dicha oficina consular; o
b) Si el Estado que envía no tiene misión diplomática ni otra oficina
consular en el Estado receptor, se aplicarán las disposiciones de los
apartados b) y c) del párrafo 1 de este artículo.
CAPITULO II. FACILIDADES, PRIVILEGIOS E INMUNIDADES RELATIVOS A LAS
OFICINAS CONSULARES, A LOS FUNCIONARIOS CONSULARES DE CARRERA Y A OTROS
MIEMBROS DE LA OFICINA CONSULAR.
SECCION I. FACILIDADES, PRIVILEGIOS E INMUNIDADES RELATIVOS A LA
OFICINA CONSULAR.
Artículo 28
Facilidades concedidas a la oficina consular para su labor
El Estado receptor concederá todas las facilidades para el ejercicio
de las funciones de la oficina consular.
Artículo 29
Uso de la bandera y del escudo nacionales
1. El Estado que envía tendrá derecho a usar su bandera y su escudo nacionales en el Estado receptor, de conformidad con las disposiciones de
este artículo.
2. El Estado que envía podrá izar su bandera y poner su escudo en el edificio ocupado por la oficina consular, en su puerta de entrada, en la residencia del jefe de la oficina consular y en sus medios de transporte,
cuando éstos se utilicen para asuntos oficiales.
3. Al ejercer los derechos reconocidos por este artículo, se tendrán
en cuenta las leyes, los reglamentos y los usos del Estado receptor.
Artículo 30
Locales
1. El Estado receptor deberá facilitar, de conformidad con sus leyes y
reglamentos la adquisición en su territorio, por el Estado que envía de los locales necesarios para la oficina consular, o ayudarle a obtenerlos de alguna otra manera.
2. Cuando sea necesario, ayudará también a la oficina consular a conseguir alojamiento adecuado para sus miembros.
Artículo 31
Inviolabilidad de los locales consulares
1. Los locales consulares gozarán de la inviolabilidad que les concede
este artículo.
2. Las autoridades del Estado receptor no podrán penetrar en la parte
de los locales consulares que se utilice exclusivamente para el trabajo
de la oficina consular, salvo con el consentimiento del jefe de la
oficina consular, o de una persona que él designe, o el jefe de la misión
diplomática del Estado que envía. Sin embargo, el consentimiento del jefe de oficina consular se presumirá en caso de incendio, o de otra calamidad
que requiera la adopción inmediata de medidas de protección.
3. Con sujeción a las disposiciones del párrafo 2 de este artículo, el
Estado receptor tendrá la obligación especial de adoptar todas las
medidas apropiadas para proteger los locales consulares, con arreglo a
las disposiciones de los párrafos anteriores, contra toda intrusión o
daño y para evitar que se perturbe la tranquilidad de la oficina consular
o se atente contra su dignidad.
4. Los locales consulares, sus muebles, los bienes de la oficina consular y sus medios de transporte, no podrán ser objeto de ninguna requisa, por razones de defensa nacional o de utilidad pública. Si para estos fines fuera necesaria la expropiación, se tomarán las medidas posibles para evitar que se perturbe el ejercicio de las funciones consulares y se pagará al Estado que envía una compensación inmediata, adecuada y efectiva.
Artículo 32
Exención fiscal de los locales consulares
1. Los locales consulares y la residencia del jefe de la oficina consular de carrera de los que sea propietario o inquilino el Estado que envía, o cualquiera persona que actúe en su representación, estarán exentos de todos los impuestos y gravámenes nacionales, regionales y municipales, excepto de los que constituyan el pago de determinados servicios prestados.
2. La exención fiscal a que se refiere el párrafo 1 de este artículo
no se aplicará a los impuestos y gravámenes que, conforme a la
legislación del Estado receptor, deba satisfacer la persona que contrate
con el Estado que envía o con la persona que actúe en su representación.
Artículo 33
Inviolabilidad de los archivos y documentos consulares
Los archivos y documentos consulares son siempre inviolables donde
quiera que se encuentren.
Artículo 34
Libertad de tránsito
Sin perjuicio de lo dispuesto en sus leyes y reglamentos relativos a
las zonas de acceso prohibido o limitado por razones de seguridad nacional, el Estado receptor garantizará la libertad de tránsito y de circulación en su territorio a todos los miembros de la oficina consular.
Artículo 35
Libertad de comunicación
1. El Estado receptor permitirá y protegerá la libertad de
comunicación de la oficina consular para todos los fines oficiales. La oficina consular podrá utilizar todos los medios de comunicación apropiados, entre ellos los correos diplomáticos o consulares, la valija diplomática o consular y los mensajes en clave o cifra, para comunicarse con el gobierno, con las misiones diplomáticas y con los demás consulados
del Estado que envía, dondequiera que se encuentren. Sin embargo, solamente con el consentimiento del Estado receptor, podrá la oficina consular instalar y utilizar una emisora de radio.
2. La correspondencia oficial de la oficina consular será inviolable. Por correspondencia oficial se entenderá toda correspondencia relativa a la oficina consular y a sus funciones.
3. La valija consular no podrá ser abierta ni retenida. No obstante,
si las autoridades competentes del Estado receptor tuviesen razones fundadas para creer que la valija contiene algo que no sea la correspondencia, los documentos o los objetos a los que se refiere el párrafo 4 de este artículo, podrán pedir que la valija sea abierta, en su
presencia, por un representante autorizado del Estado que envía. Si las autoridades del Estado que envía rechazasen la petición, la valija será devuelta a su lugar de origen.
4. Los bultos que constituyan la valija consular deberán ir provistos
de signos exteriores visibles, indicadores de su carácter, y sólo podrán contener correspondencia y documentos oficiales, u objetos destinados exclusivamente al uso oficial.
5. El correo consular deberá llevar consigo un documento oficial en el
que se acredite su condición de tal y el número de bultos que constituyan la valija consular. Esa persona no podrá ser nacional del Estado receptor ni, a menos que sea nacional del Estado que envía, residente permanente
en el Estado receptor, excepto si lo consiente dicho Estado. En el ejercicio de sus funciones estará protegida por el Estado receptor.
Gozará de la inviolabilidad personal y no podrá ser objeto de ninguna forma de detención o arresto.
6. El Estado que envía, su misión diplomática y sus oficinas
consulares podrán designar correos consulares especiales. En ese caso, serán también aplicables las disposiciones del párrafo 5 de este
artículo, con la salvedad de que las inmunidades que en él se especifican
dejarán de ser aplicables cuando dicho correo haya entregado la valija consular a su cargo al destinatario.
7. La valija consular podrá ser confiada al comandante de un buque o
de una aeronave comercial, que deberá aterrizar en un aeropuerto autorizado para la entrada. Este comandante llevará consigo un documento oficial en el que conste el número de bultos que constituyan la valija, pero no será considerado como correo consular. La oficina consular podrá enviar a uno de sus miembros a hacerse cargo de la valija, directa y libremente de manos del comandante del buque o de la aeronave, previo acuerdo con las autoridades locales competentes.
Artículo 36
Comunicación con los nacionales del Estado que envía
1. Con el fin de facilitar el ejercicio de las funciones consulares relacionadas con los nacionales del Estado que envía:
a) Los funcionarios consulares podrán comunicarse libremente con los
nacionales del Estado que envía y visitarlos. Los nacionales del
Estado que envía deberán tener la misma libertad de comunicarse con
los funcionarios consulares de ese Estado y de visitarlos;
b) Si el interesado lo solicita, las autoridades competentes del Estado
receptor deberán informar sin retraso alguno a la oficina consular
competente en ese Estado cuando, en su circunscripción, un nacional
del Estado que envía sea arrestado de cualquier forma, detenido o
puesto en prisión preventiva. Cualquier comunicación dirigida a la
oficina consular por la persona arrestada, detenida o puesta en
prisión preventiva, le será asimismo transmitida sin demora por
dichas autoridades, las cuales habrán de informar sin dilación a la
persona interesada acerca de los derechos que se la reconocen en este
apartado;
c) Los funcionarios consulares tendrán derecho a visitar al nacional del
Estado que envía que se halle arrestado, detenido o en prisión
preventiva, a conversar con él y a organizar su defensa ante los
tribunales. Asimismo, tendrán derecho a visitar a todo nacional del
Estado que envía que, en su circunscripción, se halle arrestado,
detenido o preso en cumplimiento de una sentencia. Sin embargo, los
funcionarios consulares se abstendrán de intervenir en favor del
nacional detenido, cuando éste se oponga expresamente a ello.
2. Las prerrogativas a las que se refiere el párrafo 1 de este
artículo se ejercerán con arreglo a las leyes y reglamentos del Estado receptor, debiendo entenderse, sin embargo, que dichas leyes y
reglamentos no impedirán que tengan pleno efecto los derechos reconocidos
por este artículo.
Artículo 37
Información en casos de defunción, tutela, curatela, naufragio y
accidentes aéreos
Cuando las autoridades competentes del Estado receptor posean la información correspondiente, dichas autoridades estarán obligadas:
a) A informar sin retraso, en caso de defunción de un nacional del
Estado que envía, a la oficina consular en cuya circunscripción
ocurra el fallecimiento;
b) A comunicar sin retraso, a la oficina consular competente, todos los
casos en que el nombramiento de tutor o de curador sea de interés
para un menor o un incapacitado nacional del Estado que envía. El
hecho de que se facilite esa información, no será obstáculo para la
debida aplicación de las leyes y reglamentos relativos a esos
nombramientos;
c) A informar sin retraso, a la oficina consular más próxima al lugar
del accidente, cuando un buque, que tenga la nacionalidad del Estado
que envía, naufrague o encalle en el mar territorial o en las aguas
interiores del Estado receptor, o cuando un avión matriculado en el
Estado que envía sufra un accidente en territorio del Estado
receptor.
Artículo 38
Comunicación con las autoridades del Estado receptor
Los funcionarios consulares podrán dirigirse en el ejercicio de sus funciones:
a) A las autoridades locales competentes de su circunscripción consular;
b) A las autoridades centrales competentes del Estado receptor, siempre
que sea posible y en la medida que lo permitan sus leyes, reglamentos
y usos y los acuerdos internacionales correspondientes.
Artículo 39
Derechos y aranceles consulares
1. La oficina consular podrá percibir en el territorio del Estado receptor los derechos y aranceles que establezcan las leyes y reglamentos
del Estado que envía para las actuaciones consulares.
2. Las cantidades percibidas en concepto de los derechos y aranceles previstos en el párrafo 1 de este artículo y los recibos
correspondientes, estarán exentos de todo impuesto y gravamen en el
Estado receptor.
SECCION II. FACILIDADES, PRIVILEGIOS E INMUNIDADES RELATIVOS A LOS
FUNCIONARIOS CONSULARES DE CARRERA Y A LOS DEMAS MIEMBROS DE LA OFICINA
CONSULAR.
Artículo 40
Protección de los funcionarios consulares
El Estado receptor deberá tratar a los funcionarios consulares con la debida deferencia y adoptará todas las medidas adecuadas para evitar cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad.
Artículo 41
Inviolabilidad personal de los funcionarios consulares
1. Los funcionarios consulares no podrán ser detenidos o puestos en prisión preventiva sino cuando se trata de un delito grave y por decisión
de la autoridad judicial competente.
2. Excepto en el caso previsto en el párrafo 1 de este artículo, los funcionarios consulares no podrán ser detenidos ni sometidos a ninguna otra forma de limitación de su libertad personal sino en virtud de sentencia firme.
3. Cuando se instruya un procedimiento penal contra un funcionario consular, éste estará obligado a comparecer ante las autoridades competentes. Sin embargo, las diligencias se practicarán con la
deferencia debida al funcionario consular en razón de su posición oficial
y, excepto en el caso previsto en el párrafo 1 de este artículo, de
manera que perturbe lo menos posible el ejercicio de las funciones consulares. Cuando en las circunstancias previstas en el párrafo 1 de
este artículo sea necesario detener a un funcionario consular, el correspondiente procedimiento contra él deberá iniciarse sin la menor dilación.
Artículo 42
Comunicación en caso de arresto, detención preventiva
o instrucción de un procedimiento penal
Cuando se arreste o detenga preventivamente a un miembro del personal
consular, o se le instruya un procedimiento penal, el Estado receptor estará obligado a comunicarlo sin demora al jefe de oficina consular. Si esas medidas se aplicasen a este último, el Estado receptor deberá poner el hecho en conocimiento del Estado que envía, por vía diplomática.
Artículo 43
Inmunidad de jurisdicción
1. Los funcionarios consulares y los empleados consulares no estarán
sometidos a la jurisdicción de las autoridades judiciales y administrativas del Estado receptor por los actos ejecutados en el ejercicio de las funciones consulares.
2. Las disposiciones del párrafo 1 de este artículo no se aplicarán en
el caso de un procedimiento civil:
a) Que resulte de un contrato que el funcionario consular, o el empleado
consular, no haya concertado, explícita o implícitamente, como agente
del Estado que envía, o
b) Que sea entablado por un tercero como consecuencia de daños causados
por un accidente de vehículo, buque o avión, ocurrido en el Estado
receptor.
Artículo 44
Obligación de comparecer como testigo
1. Los miembros del consulado podrán ser llamados a comparecer como testigos en procedimientos judiciales o administrativos. Un empleado consular o un miembro del personal de servicio no podrá negarse, excepto en el caso al que se refiere el párrafo 3 de este artículo, a deponer
como testigo. Si un funcionario consular se negase a hacerlo, no se le podrá aplicar ninguna medida coactiva o sanción.
2. La autoridad que requiera el testimonio deberá evitar que se perturbe al funcionario consular en el ejercicio de sus funciones. Podrá
recibir el testimonio del funcionario consular en su domicilio o en la oficina consular, o aceptar su declaración por escrito, siempre que sea posible.
3. Los miembros de una oficina consular no estarán obligados a deponer
sobre hechos relacionados con el ejercicio de sus funciones, ni a exhibir
la correspondencia y los documentos oficiales referentes a aquéllos. Asimismo, podrán negarse a deponer como expertos respecto de las leyes
del Estado que envía.
Artículo 45
Renuncia a los privilegios e inmunidades
1. El Estado que envía podrá renunciar, respecto de un miembro de la oficina consular, a cualquiera de los privilegios e inmunidades establecidos en los artículos 41, 43 y 44.
2. La renuncia habrá de ser siempre expresa, excepto en el caso previsto en el párrafo 3 de este artículo, y habrá de comunicarse por escrito al Estado receptor.
3. Si un funcionario consular o un empleado consular entablase una acción judicial en una materia en que goce de inmunidad de jurisdicción conforme al artículo 43, no podrá alegar esa inmunidad en relación con cualquier demanda reconvencional que esté directamente ligada a la
demanda principal.
4. La renuncia a la inmunidad de jurisdicción respecto de acciones civiles o administrativas no implicará, en principio, la renuncia a la inmunidad en cuanto a las medidas de ejecución de la resolución que se dicte, que requerirán una renuncia especial.
Artículo 46
Exención de la inscripción de extranjeros y del permiso de residencia
1. Los funcionarios y empleados consulares y los miembros de su
familia que vivan en su casa, estarán exentos de todas las obligaciones prescritas por las leyes y reglamentos del Estado receptor relativos a la
inscripción de extranjeros y al permiso de residencia.
2. Sin embargo, las disposiciones del párrafo 1 de este artículo no se
aplicarán a los empleados consulares que no sean empleados permanentes
del Estado que envía o que ejerzan en el Estado receptor una actividad privada de carácter lucrativo, ni a los miembros de la familia de esos empleados.
Artículo 47
Exención del permiso de trabajo
1. Los miembros de la oficina consular estarán exentos, respecto de
los servicios que presten al Estado que envía, de cualquiera de las obligaciones relativas a permisos de trabajo que impongan las leyes y reglamentos del Estado receptor referentes al empleo de trabajadores extranjeros.
2. Los miembros del personal privado de los funcionarios y empleados consulares estarán exentos de las obligaciones a las que se refiere el párrafo 1 de este artículo, siempre que no ejerzan en el Estado receptor ninguna otra ocupación lucrativa.
Artículo 48
Exención del régimen de seguridad social
1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 3 de este artículo, los
miembros de la oficina consular y los miembros de su familia que vivan en
su casa estarán exentos, en cuanto a los servicios que presten al Estado que envía, de las disposiciones sobre seguridad social que estén en vigor
en el Estado receptor.
2. La exención prevista en el párrafo 1 de este artículo se aplicará a
los miembros del personal privado que estén al servicio exclusivo de los miembros de la oficina consular, siempre que:
a) No sean nacionales o residentes permanentes del Estado receptor, y
b) Estén protegidos por las normas sobre seguridad social, en vigor en
el Estado que envía o en un tercer Estado.
3. Los miembros de la oficina consular que empleen a personas a
quienes no se aplique la exención prevista en el párrafo 2 de este artículo, habrán de cumplir las obligaciones que las disposiciones de seguridad social del Estado receptor impongan a los empleadores.
4. La exención prevista en los párrafos 1 y 2 de este artículo no impedirá la participación voluntaria en el régimen de seguridad social
del Estado receptor, siempre que sea permitida por ese Estado.
Artículo 49
Exención fiscal
1. Los funcionarios y empleados consulares, y los miembros de su familia que vivan en su casa estarán exentos de todos los impuestos y gravámenes personales o reales, nacionales, regionales y municipales, con
excepción:
a) De aquellos impuestos indirectos que están normalmente incluidos en
el precio de las mercaderías y de los servicios;
b) De los impuestos y gravámenes sobre los bienes inmuebles privados que
radiquen en el territorio del Estado receptor, salvo lo dispuesto en
el artículo 32;
c) De los impuestos sobre las sucesiones y las transmisiones exigibles
por el Estado receptor, a reserva de lo dispuesto en el apartado b)
del artículo 51;
d) De los impuestos y gravámenes sobre los ingresos privados, incluidas
las ganancias de capital, que tengan su origen en el Estado receptor
y de los impuestos sobre el capital correspondientes a las
inversiones realizadas en empresas comerciales o financieras en ese
mismo Estado;
e) De los impuestos y gravámenes exigibles por determinados servicios
prestados;
f) De los derechos de registro, aranceles judiciales, hipotecas y
timbre, a reserva de lo dispuesto en el artículo 32.
2. Los miembros del personal de servicio estarán exentos de los impuestos y gravámenes sobre los salarios que perciban por sus servicios.
3. Los miembros de la oficina consular, a cuyo servicio se hallen personas cuyos sueldos o salarios no estén exentos en el Estado receptor de los impuestos sobre los ingresos, cumplirán las obligaciones que las leyes y reglamentos de ese Estado impongan a los empleadores en cuanto a la exacción de dichos impuestos.
Artículo 50
Franquicia aduanera y exención de inspección aduanera
1. El Estado receptor permitirá, con arreglo a las leyes y reglamentos
que promulgue, la entrada, con exención de todos los derechos de aduana, impuestos y gravámenes conexos, salvo los gastos de almacenaje, acarreo y
servicios análogos, de los objetos destinados:
a) Al uso oficial de la oficina consular;
b) Al uso personal del funcionario consular y de los miembros de su
familia que vivan en su casa, incluidos los efectos destinados a su
instalación. Los artículos de consumo no deberán exceder de las
cantidades que esas personas necesiten para su consumo directo.
2. Los empleados consulares gozarán de los privilegios y exenciones previstos en el párrafo 1 de este artículo, en relación con los objetos importados al efectuar su primera instalación.
3. El equipaje personal que lleven consigo los funcionarios consulares
y los miembros de su familia que vivan en su casa estará exento de inspección aduanera. Sólo se lo podrá inspeccionar cuando haya motivos fundados para suponer que contiene objetos diferentes de los indicados en
el apartado b) del párrafo 1 de este artículo, o cuya importación o exportación esté prohibida por las leyes y reglamentos del Estado
receptor , o que estén sujetos a medidas de cuarentena por parte del
mismo Estado. Esta inspección sólo podrá efectuarse en presencia del funcionario consular o del miembro de su familia interesado.
Artículo 51
Sucesión de un miembro del consulado o de un miembro de su familia
En caso de defunción de un miembro de la oficina consular o de un miembro de su familia que viva en su casa, el Estado receptor estará obligado:
a) A permitir la exportación de los bienes muebles propiedad del
fallecido, excepto de los que haya adquirido en el Estado receptor y
cuya exportación estuviera prohibida en el momento de la defunción;
b) A no exigir impuestos nacionales, municipales o regionales sobre la
sucesión ni sobre la transmisión de los bienes muebles, cuando éstos
se encuentren en el Estado receptor como consecuencia directa de
haber vivido allí el causante de la sucesión, en calidad de miembro
de la oficina consular o de la familia de un miembro de dicha oficina
consular.
Artículo 52
Exención de prestaciones personales
El Estado receptor deberá eximir a los miembros de la oficina consular
y a los miembros de su familia que vivan en su casa de toda prestación personal, de todo servicio de carácter público, cualquiera que sea su naturaleza, y cargas militares, tales como requisas, contribuciones y alojamientos militares.
Artículo 53
Principio y fin de los privilegios e inmunidades consulares
1. Los miembros de la oficina consular gozarán de los privilegios e inmunidades regulados por la presente Convención, desde el momento en que
entren en el territorio del Estado receptor para tomar posesión de su cargo o, si se encuentran ya en ese territorio, desde el momento en que asuman sus funciones en la oficina consular.
2. Los miembros de la familia de un miembro de la oficina consular que
vivan en su casa y los miembros de su personal privado, gozarán de los privilegios e inmunidades previstos en la presente Convención, desde la fecha en que el miembro del consulado goce de privilegios e inmunidades con arreglo al párrafo 1 de este artículo, o desde su entrada en el territorio del Estado receptor, o desde el día en que lleguen a formar parte de la familia o del personal privado del miembro de la oficina consular. De esas fechas regirá la que sea más posterior.
3. Cuando terminen las funciones de un miembro de la oficina consular,
cesarán sus privilegios e inmunidades, así como los de cualquier miembro de su familia que viva en su casa y los de su personal privado; normalmente ello ocurrirá en el momento mismo en que la persona
interesada abandone el territorio del Estado receptor o en cuanto expire el plazo razonable que se le conceda para ello, determinándose el cese
por la fecha más anterior, aunque subsistirán hasta ese momento incluso
en caso de conflicto armado. Los privilegios e inmunidades de las
personas a las que se refiere el párrafo 2 de este artículo terminarán en
el momento en que esas personas dejen de pertenecer a la familia o de estar al servicio de un miembro de la oficina consular. Sin embargo, cuando esas personas se dispongan a salir del Estado receptor dentro de
un plazo de tiempo razonable, sus privilegios e inmunidades subsistirán hasta el momento de su salida.
4. No obstante, por lo que se refiere a los actos ejecutados por un funcionario consular o un empleado consular en el ejercicio de sus funciones, la inmunidad de jurisdicción subsistirá indefinidamente.
5. En caso de fallecimiento de un miembro de la oficina consular, los miembros de su familia que vivan en su casa seguirán gozando de los privilegios e inmunidades que les correspondan hasta que salga del Estado
receptor, o hasta la expiración de un plazo prudencial que les permita abandonarlo. De estas fechas regirá la que sea más anterior.
Artículo 54
Obligaciones de los terceros Estados
1. Si un funcionario consular atraviesa el territorio o se encuentra
en el territorio de un tercer Estado que, de ser necesario, le haya concedido un visado, para ir a asumir sus funciones o reintegrarse a su oficina consular o regresar al Estado que envía, dicho tercer Estado le concederá todas las inmunidades reguladas por los demás artículos de la presente Convención que sean necesarias para facilitarle el paso o el regreso. La misma disposición será aplicable a los miembros de su familia
que vivan en su casa y gocen de esos privilegios e inmunidades, tanto si acompañan al funcionario consular, como si viajan separadamente para reunirse con él o regresar al Estado que envía.
2. En condiciones análogas a las previstas en el párrafo 1 de este artículo, los terceros Estados no deberán dificultar el paso por su territorio de los demás miembros de la oficina consular y de los miembros
de la familia que vivan en su casa.
3. Los terceros Estados concederán a la correspondencia oficial y a
las demás comunicaciones oficiales en tránsito, incluso a los despachos
en clave o en cifra, la misma libertad y protección que el Estado
receptor está obligado a concederles con arreglo a la presente
Convención. Concederán a los correos consulares, a los cuales, de ser necesario, se les extenderá un visado, y a las valijas consulares en tránsito, la misma inviolabilidad y protección que el Estado receptor
está obligado a conceder de conformidad con la presente Convención.
4. Las obligaciones que prescriben los párrafos 1, 2 y 3 de este artículo para los terceros Estados se aplicarán asimismo a las personas mencionadas respectivamente en dichos párrafos, y también a las comunicaciones oficiales y valijas consulares, cuya presencia en el territorio del tercer Estado se deba a un caso de fuerza mayor.
Artículo 55
Respeto de las leyes y reglamentos del Estado receptor
1. Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas que gocen de esos privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor. También estarán obligadas a no inmiscuirse en los asuntos internos de dicho Estado.
2. Los locales consulares no serán utilizados de manera incompatible con el ejercicio de las funciones consulares.
3. Lo dispuesto en el párrafo 2 de este artículo no excluirá la posibilidad de instalar en parte del edificio en que se hallen los
locales consulares las oficinas de otros organismos o dependencias, siempre que los locales destinados a las mismas estén separados de los
que utilice la oficina consular. En este caso, dichas oficinas no se considerarán, a los efectos de la presente Convención, como parte integrante de los locales consulares.
Artículo 56
Seguro contra daños causados a terceros
Los miembros de la oficina consular deberán cumplir todas las obligaciones que impongan las leyes y reglamentos del Estado receptor, relativas al seguro de responsabilidad civil por daños causados a
terceros por la utilización de vehículos, buques o aviones.
Artículo 57
Disposiciones especiales sobre las actividades privadas de carácter
lucrativo
1. Los funcionarios consulares de carrera no ejercerán en provecho propio ninguna actividad profesional o comercial en el Estado receptor.
2. Los privilegios e inmunidades previstos en este capítulo no se concederán:
a) A los empleados consulares o a los miembros del personal de servicio
que ejerzan una actividad privada de carácter lucrativo en el Estado
receptor;
b) A los miembros de la familia de las personas a que se refiere el
apartado a) de este párrafo, o a su personal privado;
c) A los miembros de la familia del miembro de la oficina consular que
ejerzan una actividad privada de carácter lucrativo en el Estado
receptor.
CAPITULO III.- REGIMEN APLICABLE A LOS FUNCIONARIOS CONSULARES
HONORARIOS Y A LAS OFICINAS CONSULARES DIRIGIDAS POR LOS MISMOS.
Artículo 58
Disposiciones generales relativas a facilidades, privilegios e inmunidades
1. Los artículos 28, 29, 30, 34, 35, 36, 37, 38 y 39, el párrafo 3 del
artículo 54 y los párrafos 2 y 3 del artículo 55 se aplicarán a las oficinas consulares dirigidas por un funcionario consular honorario. Además, las facilidades, los privilegios y las inmunidades de esas oficinas consulares se regirán por los artículos 59, 60, 61 y 62.
2. Los artículos 42 y 43, el párrafo 3 del artículo 44, los artículos 45 y 53 y el párrafo 1 del artículo 55 se aplicarán a los funcionarios consulares honorarios. Además, las facilidades, privilegios e inmunidades
de esos funcionarios consulares se regirán por los artículos 63, 64, 65, 66 y 67.
3. Los privilegios e inmunidades establecidos en la presente
Convención no se concederán a los miembros de la familia de un
funcionario consular honorario, ni a los de la familia de un empleado consular de una oficina consular dirigida por un funcionario consular honorario.
4. El intercambio de valijas consulares entre dos oficinas consulares
situadas en diferentes Estados y dirigidas por funcionarios consulares honorarios no se admitirá sino con el consentimiento de los dos Estados receptores.
Artículo 59
Protección de los locales consulares
El Estado receptor adoptará las medidas que sean necesarias para proteger los locales consulares de una oficina consular, cuyo jefe sea un
funcionario consular honorario, contra toda intrusión o daño y para
evitar que se perturbe la tranquilidad de dicha oficina consular o se atente contra su dignidad.
Artículo 60
Exención fiscal de los locales consulares
1. Los locales consulares de una oficina consular, cuyo jefe sea un funcionario consular honorario y de los cuales sea propietario o
inquilino el Estado que envía, estarán exentos de todos los impuestos y contribuciones nacionales, regionales y municipales, salvo de los exigibles en pago de determinados servicios prestados.
2. La exención fiscal a que se refiere el párrafo 1 de este artículo
no será aplicable a aquellos impuestos y contribuciones que, según las leyes y reglamentos del Estado receptor, habrán de ser pagados por las personas que contrate con el Estado que envía.
Artículo 61
Inviolabilidad de los archivos y documentos consulares
Los archivos y documentos consulares de una oficina consular, cuyo
jefe sea un funcionario consular honorario, serán siempre inviolables dondequiera que se encuentren, a condición de que estén separados de
otros papeles y documentos y, en especial, de la correspondencia particular del jefe de oficina consular y de la de toda persona que trabaje con él, y de los objetos, libros y documentos referentes a su profesión o a sus negocios.
Artículo 62
Franquicia aduanera
El Estado receptor, con arreglo a las leyes y reglamentos que promulgue, permitirá la entrada con exención de todos los derechos de aduana, impuestos y gravámenes conexos, salvo los gastos de almacenaje, acarreo y servicios análogos, de los siguientes artículos, cuando se destinen al uso oficial de una oficina consular dirigida por un funcionario consular honorario; escudos, banderas, letreros, timbres y sellos, libros, impresos oficiales, muebles y útiles de oficina y otros objetos análogos, que sean suministrados a la oficina consular por el Estado que envía, o a instancia del mismo.
Artículo 63
Procedimiento penal
Cuando se instruya un procedimiento penal contra un funcionario consular honorario, éste estará obligado a comparecer ante las
autoridades competentes. Sin embargo, las diligencias se practicarán con
la deferencia debida a ese funcionario por razón de su carácter oficial
y, excepto en el caso de que esté detenido o puesto en prisión
preventiva, de manera que se perturbe lo menos posible el ejercicio de
las funciones consulares. Cuando sea necesario detener a un funcionario consular honorario, se iniciará el procedimiento contra él con el menor retraso posible.
Artículo 64
Protección de los funcionarios consulares honorarios
El Estado receptor tendrá la obligación de conceder al funcionario consular honorario la protección que pueda necesitar por razón de su carácter oficial.
Artículo 65
Exención de la inscripción de extranjeros y del permiso de residencia
Los funcionarios consulares honorarios, salvo aquellos que ejerzan en el Estado receptor cualquier profesión o actividad comercial en provecho
propio, estarán exentos de las obligaciones prescritas por las leyes y reglamentos de ese Estado referentes a la inscripción de extranjeros y a permisos de residencia.
Artículo 66
Exención fiscal
Los funcionarios consulares honorarios estarán exentos de todos los impuestos y gravámenes sobre las retribuciones y los emolumentos que perciban del Estado que envía como consecuencia del ejercicio de
funciones consulares.
Artículo 67
Exención de prestaciones personales
El Estado receptor eximirá a los funcionarios consulares honorarios de
toda prestación personal y de todo servicio público, cualquiera que sea
su naturaleza, y de las obligaciones de carácter militar, especialmente
de las relativas a requisas, contribuciones y alojamientos militares.
Artículo 68
Carácter facultativo de la institución de los
funcionarios consulares honorarios
Todo Estado podrá decidir libremente si ha de nombrar o recibir funcionarios consulares honorarios.
CAPITULO IV - DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 69
Agentes consulares que no sean jefes de oficina consular
1. Los Estados podrán decidir libremente si establecen o aceptan agencias consulares dirigidas por agentes consulares que no hayan sido designados como jefes de oficina consular por el Estado que envía.
2. Las condiciones en las cuales podrán ejercer su actividad las agencias consulares a las que se refiere el párrafo 1 de este artículo, y
los privilegios e inmunidades que podrán disfrutar los agentes consulares
que las dirijan, se determinarán de común acuerdo entre el Estado que envía y el Estado receptor.
Artículo 70
Ejercicio de funciones consulares por las misiones diplomáticas
1. Las disposiciones de la presente Convención se aplicarán también,
en la medida que sea procedente, al ejercicio de funciones consulares por
una misión diplomática.
2. Se comunicarán al Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor o a la autoridad designada por dicho Ministerio los nombres de los miembros de la misión diplomática que estén agregados a la sección consular, o estén encargados del ejercicio de las funciones consulares en
dicha misión.
3. En el ejercicio de las funciones consulares, la misión diplomática podrá dirigirse:
a) A las autoridades locales de la inscripción consular;
b) A las autoridades centrales del Estado receptor, siempre que lo
permitan las leyes, los reglamentos y los usos de ese Estado o los
acuerdos internacionales aplicables.
4. Los privilegios e inmunidades de los miembros de la misión diplomática a los que se refiere el párrafo 2 de este artículo, seguirán
rigiéndose por las normas de derecho internacional relativas a las relaciones diplomáticas.
Artículo 71
Nacionales o residentes permanentes del Estado receptor
1. Excepto en el caso de que el Estado receptor conceda otras facilidades, privilegios e inmunidades, los funcionarios consulares que sean nacionales o residentes permanentes del Estado receptor, sólo
gozarán de inmunidad de jurisdicción y de inviolabilidad personal por los
actos oficiales realizados en el ejercicio de sus funciones, y del privilegio establecido en el párrafo 3 del artículo 44. Por lo que se refiere a estos funcionarios consulares, el Estado receptor deberá
también cumplir la obligación prescrita en el artículo 42. Cuando se instruya un procedimiento penal contra esos funcionarios consulares, las diligencias se practicarán, salvo en el caso en que el funcionario esté arrestado o detenido, de manera que se perturbe lo menos posible el ejercicio de las funciones consulares.
2. Los demás miembros de la oficina consular que sean nacionales o residentes permanentes del Estado receptor y los miembros de su familia, así como los miembros de la familia de los funcionarios consulares a los
que se refiere el párrafo 1 de este artículo, gozarán de facilidades, privilegios e inmunidades sólo en la medida en que el Estado receptor se los conceda. Las personas de la familia de los miembros de la oficina consular y los miembros del personal privado que sean nacionales o residentes permanentes del Estado receptor, gozarán asimismo de facilidades, privilegios e inmunidades, pero sólo en la medida en que
este Estado se los otorgue. Sin embargo, el Estado receptor deberá
ejercer su jurisdicción sobre esas personas, de manera que no se perturbe
indebidamente el ejercicio de las funciones de la oficina consular.
Artículo 72
No discriminación entre los Estados
1. El Estado receptor no hará discriminación alguna entre los Estados
al aplicar las disposiciones de la presente Convención.
2. Sin embargo, no se considerará discriminatorio:
a) Que el Estado receptor aplique restrictivamente cualquiera de las
disposiciones de la presente Convención, porque a sus oficinas
consulares en el Estado que envía les sean aquéllas aplicadas de
manera restrictiva;
b) Que por costumbre o acuerdo, los Estados se concedan recíprocamente
un trato más favorable que el establecido en las disposiciones de la
presente Convención.
Artículo 73
Relación entre la presente Convención y otros acuerdos internacionales
1. Las disposiciones de la presente Convención no afectarán a otros acuerdos internacionales en vigor entre los Estados que sean parte en los
mismos.
2. Ninguna de las disposiciones de la presente Convención impedirá que
los Estados concierten acuerdos internacionales que confirmen, completen, extiendan o amplíen las disposiciones de aquélla.
CAPITULO V - DISPOSICIONES FINALES
Artículo 74
Firma
La presente Convención estará abierta a la firma de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas o de algún organismo especializado, así como de todo Estado Parte en el Estatuto de la Corte lnternacional de Justicia y de cualquier otro Estado invitado por la Asamblea General de las Naciones Unidas a ser Parte en la Convención, de la manera siguiente:
hasta el 31 de octubre de 1963, en el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de la República de Austria; y después, hasta el 31 de marzo de
1964, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Artículo 75
Ratificación
La presente Convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de
ratificación se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 76
Adhesión
La presente Convención quedará abierta a la adhesión de los Estados pertenecientes a alguna de las cuatro categorías mencionadas en el artículo 74. Los instrumentos de adhesión se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 77
Entrada en vigor
1. La presente Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir
de la fecha en que haya sido depositado en poder del Secretario General
de las Naciones Unidas el vigésimo segundo instrumento de ratificación o de adhesión.
2. Para cada Estado que ratifique la Convención o se adhiera a ella después de haber sido depositado el vigésimo segundo instrumento de ratificación o de adhesión, la Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha en que tal Estado haya depositado su instrumento
de ratificación o de adhesión.
Artículo 78
Comunicaciones por el Secretario General
El Secretario General de las Naciones Unidas comunicará a todos los Estados pertenecientes a cualquiera de las cuatro categorías mencionadas en el artículo 74:
a) Las firmas de la presente Convención y el depósito de instrumentos de
ratificación o adhesión, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 74, 75 y 76;
b) La fecha en que entre en vigor la presente Convención, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 77.
Artículo 79
Textos auténticos
El original de la presente Convención, cuyos textos en chino, español,
francés, inglés y ruso son igualmente auténticos, será depositado en
poder del Secretario General de las Naciones Unidas, quien enviará copia
certificada a todos los Estados pertenecientes a cualquiera de las cuatro
categorías mencionadas en el artículo 74.
En testimonio de lo cual los infrascritos plenipotenciarios, debidamente autorizados por sus respectivos Gobiernos, firman la presente
Convención.
Hecha en Viena, el día veinticuatro de abril de mil novecientos
sesenta y tres.
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