Si el Contratista falleciera o se incapacitara legalmente, la
Administración podrá declarar rescindido el contrato, o exigir su
cumplimiento, o si lo juzga conveniente, aceptar las propuestas que le
hagan los herederos de aquél o a sus causahabientes para tomar a su cargo
la continuación de las obras. En ninguno de estos casos el Contratista o
sus herederos o causahabientes tendrán derecho a indemnización alguna.(*)