Prohíbese la comercialización, industrialización y exportación -en
cualquiera de sus formas- de la perdiz chica y de la grande o martineta.
Igualmente, prohíbese el transporte de las mismas, excepto en los casos en
que aquéllas sean conducidas por el mismo cazador, provisto de la
autorización a que se refiere el artículo 8º.