Las embarcaciones nacionales que vayan a ser autorizadas para éste
servicio, deberán tener como mínimo una capacidad que permita el
transporte de 90 (noventa) pasajeros aceptándose que dicha capacidad se
reduzca hasta un 10% (diez por ciento), siempre y cuando se cumpla con las
exigencias técnicas que establezca la Autoridad Marítima.