Las cooperativas de vivienda podrán utilizar el trabajo de sus socios
en la construcción de las viviendas, bajo sus dos modalidades, de
autoconstrucción y ayuda mutua.
La autoconstrucción es el trabajo puesto por el futuro propietario o
usuario y sus familiares, en la construcción.
La ayuda mutua es el trabajo comunitario, adoptado por los socios
cooperadores para la construcción de los conjuntos colectivos y bajo la
dirección técnica de la cooperativa.