Los concesionarios lindantes tienen derecho a visita
la mina vecina personalmente o por intermedio de un ingeniero nombrado a
su requerimiento por la Inspección General de Minas, siempre que
sospechase haberse producido internaciones o que estuviese próxima a
efectuarse o temiesen inundación u otro perjuicio de esta especie, o
cuando de la inspección geológica creyeren poder obtener observaciones
útiles para sus explotaciones respectivas.
Cuando la visita se haya solicitado por motivo de internación que se
sospecha, o por temor de inundación, podrán además ser mensuradas las
labores inmediatas a la mina del solicitante.