A fin de lograr la máxima integración de la información relativa a cada
persona, todas las instituciones de asistencia médica, públicas o
privadas, particulares o colectivas, deberán mantener los datos
respectivos, poniéndolos a disposición del titular de los mismos y de los
profesionales de la salud que estén directamente implicados en el
diagnóstico y tratamiento del mismo.