Cuando se traten los productos envasados en recipientes de vidrio,
deberá cuidarse que la temperatura inicial del agua en la autoclave sea
ligeramente inferior a la del producto que se carga. Deberá aplicarse
primero la presión de aire antes de que aumente la temperatura del agua.
Igualmente se cuidará que tal temperatura del agua no disminuya hasta tal
punto, que exista el peligro que pueda romperse el vidrio debido a un
cambio brusco de la temperatura.