Los vinos comunes del tipo o clase de Tinto, Clarete, Rosado y Blanco,
además de estar ajustados a los valores mínimos fijados para el extracto
seco reducido y para la graduación alcohólica, deberán responder en sus
características sensoriales (sabor, aroma y color) a las que correspondan
a cada tipo o clase de vino, de acuerdo a las admitidas universalmente.