Cada importe líquido resultante del cobro de tarifas, tasas o precios
públicos podrá redondearse en unidades o décimos de peso uruguayo, según
sea la magnitud del respectivo importe, aplicando los criterios
establecidos precedentemente.
También se podrá redondear el cobro cuando el importe esté expresado
en moneda extranjera, utilizando los mismos criterios ponderados por
la diferencia de poder adquisitivo de esa moneda.