El usuario deberá pagar el precio periódico estipulado, aunque durante
el contrato la cosa fuese destruida en su totalidad o sólo en parte o se
deteriorara, por caso fortuito, fuerza mayor o hecho de un tercero que no
pretenda derecho a la cosa.
Lo mismo ocurrirá si por caso fortuito, fuerza mayor o hecho de un tercero
que no pretenda derecho a la cosa el usuario es obligado a no usar o gozar
de la cosa, o ésta no puede servir para el destino convenido.